En cierto modo, Tyler Z. ha formado parte de Kimberly-Clark toda su vida.
Tyler creció en lo que él llama una “familia K-C”: su padre tenía un trabajo bien remunerado en Kimberly-Clark en Neenah, Wisconsin, donde se fundó la empresa en 1872.
Siguiendo los pasos de su padre, Tyler trabaja como electricista en las instalaciones de Neenah Cold Spring (NCSF) desde hace nueve años.
“Es un buen lugar para trabajar”, dice Tyler. Tanto mi hermano como yo trabajamos en Kimberly-Clark, y la esperanza es que Kimberly-Clark-NCSF siga existiendo durante muchos años para que yo pueda proporcionar esa misma vida cómoda a mis hijos. Me encantaría jubilarme en NCSF”.
Le gusta haberse ganado una sólida reputación y el respeto de sus compañeros, por no hablar de la libertad de gestionar su propio tiempo.
“A menudo trabajo solo con un horario que establezco con mi planificador”, explica. “Puedo quedarme más tiempo algunos días para trabajar en un proyecto y salir antes otros días”.
La primera experiencia de Tyler con Kimberly-Clark fue como contratista ayudando a instalar máquinas. Cuando su padre le dijo que NCSF tenía una vacante de electricista, Tyler la solicitó y consiguió el trabajo.
Empezó dando servicio a máquinas específicas y luego pasó a responder a averías inmediatas en toda la planta, que funciona 24 horas al día, 7 días a la semana, fabricando productos para las marcas Kotex®, Poise® y Depend® de Kimberly-Clark.
En la actualidad, Tyler es electricista de servicios públicos, lo que significa que es responsable de que todo funcione correctamente, incluida la calefacción, el aire acondicionado y las máquinas de fabricación.
“Tengo que proporcionar unos servicios sólidos como una roca”, dice. “A menudo eso requiere pensar con los pies en la tierra, arreglar las cosas de la manera correcta y estar orgulloso de tu trabajo”. Con todos los nuevos contratados y aprendices de nuestro oficio, estamos constantemente formándolos y trabajando con ellos de forma individualizada para reforzarlos a ellos y a nuestro equipo en su conjunto.
Reconoce que su papel está tras bambalinas, pero no por ello es menos valioso.
Siempre estoy buscando formas de actualizar, automatizar y mejorar el área en la que trabajo para que funcione de forma más eficiente y ahorrar dinero”, afirma Tyler. “El trabajo que hago está creando una mejor atención para un mundo mejor. Permite a nuestras máquinas fabricar productos que ayudan a la gente a vivir su vida con libertad y seguridad”.
Su consejo para cualquiera que esté pensando en trabajar en una instalación de Kimberly-Clark es sencillo: Pruébalo.
“Es un lugar limpio, con temperatura controlada y relativamente tranquilo”, señala Tyler. “Todos los miembros del equipo están dispuestos a asumir cualquier reto que se les plantee y adquieren habilidades laborales rápidamente... He visto cómo ocurrían grandes cosas en nuestra empresa y en nuestra comunidad gracias a Kimberly-Clark”.
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